Encuentra un lugar cómodo en el que puedas estar a solas y en silencio, por un tiempo de aproximadamente 30 minutos y antes de iniciar esta reflexión, respira, relájate y disponte a responder honestamente a cada una de estas preguntas.
Observa los pensamientos que sostienes en la mente durante el día, y escribe:
- 1¿Qué sientes que debería ser diferente para ti en cuanto a tus relaciones familiares?
- 2¿Qué rechazas internamente de tu situación económica actual?
- 3¿Qué no te gusta de tu situación laboral o el trabajo que desempeñas ahora?
- 4¿Qué no aceptas de tu pareja?
- 5¿Qué quisieras que fuese diferente de tu día a día?
- 6¿Qué no te gusta de tu apariencia física?
Ahora date cuenta de cada una de las circunstancias que te rodean, y cómo eliges frente a ellas un estado interno de conflicto que afecta tu paz.
Toma consciencia de cada cuanto permites pensamientos de pasado a través de los cuales cuestionas lo que ya pasó, como:
¿Y si hubiese pasado esto? ¿Y si no hubiera hecho esto? ¿Y si pudiera devolver el tiempo?
Chequea tus pensamientos sobre el futuro y date cuenta si aparece el estrés, el miedo o la preocupación, si sientes que si algo cambiara en tu vida entonces no serías capaz de seguir siendo feliz, si alimentas pensamientos que te hablan de pérdida de familiares, dinero, salud o trabajo.
Ahora te invito a respirar, re-conéctate con ese símbolo de la vida que es el aire, respira y vuelve a este instante presente.
Pregúntate:
- 1¿Qué cambia con esos pensamientos?
- 2¿Para qué me sirven estos pensamientos?
Observa cuánta guerra interna innecesaria se produce en ti sin que seas consciente de ella, siente cuanto duele oponerse internamente a lo que es, y ahora ríndete y entrega el control, suelta voluntariamente todas tus suposiciones y anticipaciones. Vacíate de tu pequeño yo y hazte a un lado para que el Ser se expanda totalmente en ti.
Regresa a cada respuesta y en un acto de humildad, repite sintiendo cada palabra:
No sé
Me uno a la vida
Hoy suelto la ilusión de saber,
Esa que me lleva a juzgar cada experiencia como buena o mala,
Esa que me mueve a criticar a las personas que me rodean,
Esa que me hace resistirme a la vida tal como está siendo ahora.
No sé
No conozco el por qué ni el para qué de lo que sucede,
Mis expectativas se sustentan en creencias
Y esto me lleva a decepcionarme y sufrir innecesariamente,
Elijo dejar todas las suposiciones a un lado,
Elijo permitir que la vida sea como ha de ser,
Elijo abrirme a la experiencia con la certeza
De ir siempre guiado y sostenido por el Amor.
No sé,
Elijo ahora soltar el pasado,
Por más culpa o historias que me cuente acerca de lo que pasó,
Nada va a ser diferente como fue.
Elijo aceptarlo todo tal como ha sido,
No tiene sentido la culpa,
No tiene sentido buscar culpables,
Me uno a la vida.
¡No sé¡
Descanso en Dios ahora,
Nunca he controlado nada,
Suelto la ilusión del control,
Me entrego a la sabiduría del Amor que me guía,
Estoy a salvo siempre.
Termina este ejercicio haciendo una lista de cuánto hay en tu vida para estar agradecido y con qué frecuencia lo valoras.
Fíjate en cada escenario de tu vida cuantas bendiciones hay... Unos hijos para amar, un trabajo para servir, una pareja para compartir, un lugar donde vivir, unos ojos para ver, unos alimentos que comer, una vida para vivir…
Y no tienes que tenerlo todo, quizá tengas una sola de estas cosas, o tal vez dos, pues ya es motivo para agradecer y sentirte bendecido. Al hacerlo expandes al Ser de Amor que eres y con ello las bendiciones continúan llegando.
Eres el hacedor de tu vida, el problema no es tu vida, es lo que piensas de ella. Al cerrar los ojos, acallar la mente y sentir en tu pecho el Amor de Dios, conectas con tu mente comprensión, tu parte divina, ese Cristo interno capaz de ver con agradecimiento y Amor todo lo que es, regálate ese momento y date cuenta que solo reconocer quién Eres más allá de las formas, es suficiente motivo para sentirte pleno.
Así, finaliza este año calendario reconociendo tu verdadera identidad, y date cuenta cuanta paz emerge de la aceptación total de todo cuanto sucede, y entonces observa como todo continúa igual, pero tu has hecho uso de tu libre albedrío y has elegido amar.
<<¿Cuál es el secreto de tu serenidad?>>, preguntó el discípulo.
<<Cooperar incondicionalmente con lo inevitable>>, respondió el Maestro.
Anthony De Mello
Te abrazo en Amor y Servicio,
PD: Descarga en este botón la imagen del ejercicio de consciencia para tu celular:
3 Comments
Gracias María del Mar.
Todas las bendiciones para ti y tu equipo de trabajo
Abrazo fraterno
hermoso agradecida por todos los regalos que me envias me han mejorado notablemente mi vida gacias mil gracias
Gracias gracias gracias . Me encanta todos los artículos me han ayudado nucho