Eres este instante, eres el creador de este momento tal como está siendo. Eres Luz, polvo de estrellas, Ser infinito, eternidad, no tiempo...
¿Qué podría condicionar tu experiencia?
Por estos días he escuchado a muchas personas decir frases como:
- Ya quiero que se acabe este año
- ¡Qué año tan duro! Espero que el 2021 sea mejor...
También he escuchado a otros tantos decir:
- Ahora con la entrada de Saturno y Júpiter en Acuario, todo será mejor...
- Con la era de aire, de Acuario, etc, mi negocio prosperará, conseguiré novio, seré feliz, en fin...
Y con esto no estoy diciéndote que niegues tu experiencia en el tiempo, o que rechaces la astrología o no juegues con ella, a mí particularmente me parece una interesante herramienta, pero no deja de ser eso, un juego de posibilidades que no condicionan mi experiencia. Hoy amado compañero de camino, te invito a que te detengas y revises: ¿en dónde estás poniendo tu atención? ¿Con qué te estás identificando? ¿Con un personaje diminuto cuya experiencia se mueve al vaivén de condiciones externas, como el tiempo, los astros, los otros, la economía del país, los virus, el presidente de turno, el clima...? ¿Crees que eres entonces una víctima impotente de un mundo que te ofrece dolor y placer efímero, como paliativo a la desdicha inevitable?
Nada puede condicionar a quién Eres... ¡Eres libre!
¿Pueden limitarte o condicionarte el tiempo, los astros, y todo lo que percibes como externo a ti? No, nada puede condicionarte, ni siquiera el cuerpo a través del cual te experimentas, pues tú eres creador de universos, multiversos, formas y todo lo que ahora crees que ocurre sin tu permiso, y que además, puede dañarte...
El juego de la dualidad
No, nada ocurre sin tu permiso, todo lo que percibes está allí por tu libertad... Eres tú (conciencia) quien ha elegido experimentarse en esta idea de separación, en este escenario de dualidad en el que has deseado ir por tu cuenta, juzgar lo que percibes según tu limitada inteligencia, jugar a que tomas decisiones, luchar, conseguir-perder, triunfar-fracasar, esforzarte-descansar, pelear-reconciliarte, odia-querer, unirte-separarte, nacer-morir...
Ahora tal vez ya seas consciente de lo que eso implica, y quizá estés agotado de esta ruleta rusa de placer-dolor, tal vez estés listo para elegir de nuevo y estés dispuesto a vivir tu divinidad, la plenitud de tu Ser real... Esa que ya es, y que has olvidado por haber caído en la hipnosis de creer que el juego de la individualidad era tu realidad.

Asumir tu verdadero poder
Ahora puedes asumir tu verdadero poder, y entonces, cambie o no el año calendario, se muevan o no los astros, reconoces que puedes elegir vivir el paraíso aquí y ahora...
Tal vez algo en tu mente diga que es imposible, que tus circunstancias externas condicionan tu paz, que para ser feliz deseas esto y aquello, necesitas lo uno y lo otro, y tu pareja debería cambiar, o aparecer el príncipe azul que imaginas...
Crees que lo de fuera debe acomodarse a un guión que has desarrollado acorde a tus aprendizajes pasados, a tus interpretaciones y juicios de una vida que solo es una idea en tu mente, una idea inestable que se modifica en función de tu estado de ánimo, tus pensamientos, lo que percibes, las comparaciones que estableces, las voces en tu cabeza que hoy te dicen que te falta esto y mañana aquello, sumergiéndote en una búsqueda incesante que jamás se satisface completamente...
Cuestiónate
¿Y si tu poder no es personal? ¿Y si no sabes lo que más te conviene?
¿Y si consideras la posibilidad de que existe un guión amorosamente diseñado para tu mayor bien?
¿Y si dejas caer la arrogancia de tus quiero y necesito, para abrazar lo que es ahora?
¿Y si te liberas de la resistencia absurda al suceder y te transformas en permiso?
¿Y si a través de la aceptación profunda de este instante, recuerdas que ese guión perfecto que rechazas, es tu verdadero poder?
¿Y si el abandono de tu tortuoso guión personal te permite vivir el guión diseñado por tu Ser real para tu perfecta felicidad?

Tal vez lo nuevo eres Tú...
Tal vez sea el momento de dejar de ser un esclavo del suceder para ser el maestro de tu vida...
Tal vez sea el tiempo de volver a la humildad, de negar lo que has creído ser para recordar quién Eres...
Tal vez, ahora, en este instante santo, descubras que todo lo que has estado buscando ya Es, y solo estaba velado por las creencias y los juicios, por el miedo y por la culpa...
Tal vez al retirar el velo, despiertes a la abundancia, el gozo, la dicha y la paz perfecta que te has negado...
Tal vez lo nuevo no es el año, tal vez lo nuevo eres Tú, lo que ya Eres y creíste haber perdido...
Tal vez no es ver para creer, tal vez es creer para ver, y al contemplar esta posibilidad, tal vez nos encontremos allí, en el anhelado sueño feliz, en el reconocimiento de la Verdad, en la experiencia del paraíso, y allí, te invito a celebrar el Amor, que somos en Unidad, y que jamás se ha ido...
¡Feliz instante santo, feliz renacer!